Un Diamante loco

La semana pasada el mundo de la música sufrió una pérdida importante de alguien que dió mucho al Rock y junto con su banda logró afectar a más de una generación alrededor de todo el planeta. Él, junto a otros individuos formó una agrupación tan poderosa (en todos los sentidos) como nunca lo pudieron imaginar. Esta banda afectó a tanta gente, que este fallecimiento es imposible de omitir en cualquier tipo de medio (incluyendo esta página).
La siguiente reseña fue escrita por mi padre, un enorme fanático de Pink Floyd y alguien que puede hablar más al respecto que yo por el simple hecho de haber estado presente en la época y haber vivido en carne propia todo un movimiento:

El pasado 7 de julio falleció Roger Keith, mejor conocido como Syd Barret; músico, pintor, jardinero, genio y loco, quien en 1965 fundara junto con Roger Waters al bajo, Rick Wright en teclados y Nick Mason en la batería una de las más grandes bandas de todos los tiempos creando un sonido que hasta la fecha sigue siendo tan vanguardista como en aquel entonces.

Pink Floyd es el nombre que él toma para bautizar al grupo, tomándolo de dos grandes guitarristas de Blues del pasado como fueron Pink Anderson y Floyd Council.

Barret fue el genio creador del sonido de la banda y el principal compositor de todos los temas de sus primeros LP’s (“The pipers at the gates of dawn” y “A Saucerful of Secrets”), en donde se escucha esa mezcla de sonido electrónico, espacial y psicodélico, con una conjunción de sonidos y vocalización, formando así una armónica fusión de rock y jazz sin importar que de repente se escuche la risa del Pato Donald o un grito espeluznante cuando le cae el hacha a Eugene o como Arnold Lane juega con la ropa interior de su vecina.
Desafortunadamente, Barret sufría de esquizofrenia, enfermedad que se agudiza por el uso excesivo de alcohol, LSD y demás drogas psicoquímicas de finales de los 60’s. Por lo que Roger Waters lo tiene que suplir del grupo en 1968 y es sustituido por quien cumplió en un tiempo como su maestro de guitarra, David Gilmour. A pesar de la ausencia de Syd, fue con David Gilmour con quien la banda hiciera sus mejores obras y alcanzara más fama durante más de una decada hasta su separación.

Syd hizo un par de Lp’s al inicio de los setentas como solista, siendo el primero, “The Madcap Laughs”, el que se logró colocar mejor en las listas de ventas. Su segundo trabajo (“Barret”) fue producido por su amigo y suplente David Gilmour acompañado por Rick Wright en los teclados y Jerry Shirley (ex-Humble Pie) en la bateria, sin embargo pasó sin pena ni gloria y después de esto Syd se perdió en el anonimato con tratamientos psicológicos.

Gilmour y Waters le llegaron a componer dos canciones en los trabajos de Pink Floyd; una fue “Brain Damages”, canción incluida en su obra maestra “Dark Side of the Moon” y la otra fue “Shine on You crazy Diamond” en su noveno album, “Wish you were here”. También se dice que su obra más conocida, “The Wall”, esta inspirada en gran parte en la personalidad de Syd.

En sus últimos años Syd, totalmente recluido y siendo su único contacto su hermana, muere debido a la diabetes a los 60 años en su natal Cambridge, Inglaterra.

Sin duda Syd Barret será de los iconos del Rock que han pasado al título de 'leyendas' gracias a su forma de vida y su aportación musical. Ahora podrá regresar a lo que se refería Roger Waters en 'Shine of You crazy Diamond' : "Remember when you were young? / You shone like the sun".

Por Ricardo Aguirre